Desde nuestra fundación a la actualidad. Un breve resumen de los más destacado entre los años 1.892 a 1.953

1.892

Bajo el nombre de reglamento se imprimió otra regla, aprobada definitivamente por el arzobispado en mil ochocientos noventa y dos. Casi de entonces son las primeras fotografías conocidas de la cofradía: la estampa de tres personajes, como era el capitán, el cabo de gastadores y el page de jineta de la centuria romana. Agrupación que sobreviviría hasta mediados del siglo veinte, aunando en su última etapa a los restos de los armados de la propia Columna y bajo sus auspicios a los restos de los armados de la Coronación, el Descendimiento y la Humildad y Paciencia de San Pedro, únicos supervivientes de todos los que antaño hubo en la semana santa de Carmona.

1.899

Salía Jesús en la Columna en un paso neogótico con atributos de la pasión, adornado con flores asilvestradas e iluminado con cirios sobre candelabros altos; llevaba a Cristo y dos sayones representando los azotes y un gallo al pie, en recuerdo de las lágrimas de San Pedro. Y la Virgen de la Paciencia seguía bajo palio de tres varales, y siguió hasta que la hermandad compró en Lora del Río otro de cinco, convertidos luego en seis, procedente de Sevilla, con bambalinas ejecutadas en mil ochocientos noventa y nueve por Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

1.902

Junto con el paso de palio adquirió también un manto art nouveau diseñado por el tallista Guillermo Muñiz a base de acantos y bordado en oro a realce por su madre, Josefa Antúnez, en mil novecientos dos.

1.923

Bambalinas y manto, junto a la ropa de nazareno compuesta de túnica blanca de capa en el Cristo y negra en la Virgen, con capuz azul, es lo que se conserva de la reforma llevada a cabo a partir de mil novecientos veintitrés, fecha de la aprobación de nuevas reglas, pasando por la compra del paso de palio traído de Lora del Río y por el encargo de otro paso de misterio al carpintero Manuel Rodríguez Pozo.

1.948

Siendo semana santa de mil novecientos cuarenta y ocho, Nuestro Padre Jesús en la Columna estrenó las andas que, terminadas poco después con respiraderos y candelabros de guardabrisas de José Herrera y Ángel Feria, han llegado hasta nosotros, con el único añadido de cuatro evangelistas tallados por Ricardo Rivera cuatro décadas después, porque otras reformas que ha sufrido, en realidad, fueron adaptaciones de las trabajadoras a los usos sevillanos; así, las modificaciones de Manuel Guzmán Bejarano y las de Antonio Díaz. Actualmente, calza treinta y cinco costaleros, que portan a la antigua imagen de Manuel García de Santiago en grupo con un sanedrita y un sayón del taller de las escuelas salesianas de los años cuarenta, un centurión de Antonio Gavira Alba de los cincuenta y un gallo de taxidermia que se renueva de vez en cuando.

1.953

La efigie de María Santísima de la Paciencia atribuida a José Montes de Oca fue sustituida en mil novecientos cincuenta y tres por la de Francisco Buiza que ahora se venera, aunque el imaginero la tocó y la retocó durante casi veinte años antes de darla por concluida y firmarla. En los últimos tiempos procesionaba en un paso que, salvo las bambalinas, prácticamente era de la primera mitad de los ochenta, obra en la orfebrería de los hijos de Juan Fernández, menos los respiraderos, que eran anteriores y José Jiménez, y la peana, posterior y de Manuel de los Ríos. Calzaba veinticuatro costaleros, luego aumentados a treinta con una estrechez en las trabajeras que ha dado pie a una leve ampliación de la mesa y una profunda remodelación de lo demás, según diseño de José Manuel Bonilla.

Texto de Antonio Lería, ampliado por Lucía Jiménez